jueves, 23 de febrero de 2012

FRANCISCO GINER DE LOS RÍOS.

Francisco Giner de los Ríos.


El nacimiento de la Institución Libre de Enseñanza.
El 26 de febrero de 1875 se publicaron un Real Decreto y una Circular que firmaba el marqués de Orovio, titular de la cartera de Fomento, que suponían un ataque frontal a la libertad de cátedra: el Estado pretendía controlar los libros de texto y los programas que los profesores impartían en la Universidad. Un significativo grupo de catedráticos de Universidad y algunos profesores de instituto, por decoro intelectual, por respeto a la ciencia, por amor a la libertad se negaron a someter sus programas y sus enseñanza al dogma de la Iglesia católica.
La Institución Libre de Enseñanza fue fundada en 1876 por varios catedráticos y auxiliares de Universidad o Instituto, separados de sus clases a consecuencia de su protesta contra los decretos de Instrucción pública de 1875, atentatorios de la libertad de la cátedra.
 En el proyecto de creación se explica con claridad que la organización debe ser independiente de la acción del Estado, dada la dificultad de armonizar la libertad que reclaman la investigación científica y la función del Profesor con la tutela que ejerce el Estado.
La decisión concreta de fundar un centro de enseñanza la tomó Francisco Giner de los Ríos, junto con sus amigos Gumersindo de Azcárate y Nicolás Salmerón, en el año 1876.  Fue considerada primero como una Universidad privada, «disociada de los principios o intereses de toda comunión religiosa, escuela filosófica o partido político, y defendía la libertad e inviolabilidad de la ciencia, y el derecho de todo maestro al ejercicio ya la transmisión independientes del conocimiento, sin interferencia de ninguna autoridad»
En enero de 1868, el ministro de Fomento, marqués de Orovio, separó de sus cátedras a Julián Sanz del Río, Fernando de Castro y Nicolás Salmerón, por no firmar un manifiesto que ellos consideran atentatorio contra la libertad de enseñanza. Francisco Giner de los Ríos, que acababa de tomar posesión de su cátedra de Filosofía del Derecho, no dudó en adherirse a los catedráticos separados y correr también la misma suerte que ellos, apoyados por infinidad de profesores comenzó a perfilarse el propósito de crear una institución en la que los profesores pudieran ejercer su trabajo sin que se inmiscuyera la política o las ideas.

Ideas educativas de Francisco Giner de los Ríos:

Formación de personas útiles para la sociedad y capaces de entusiasmarse por una idea.
Coeducación entre hombres y mujeres.
Libertad de enseñanza, de cátedra y de investigación.
- Libertad de textos y supresión de los exámenes memorísticos.

En conclusión, comparan la pedagogía de Giner a la de una escuela socrática, en la que el profesor influye en sus alumnos no por su autoridad, sino por su conocimiento, su sabiduría. La relación entre los alumnos y el profesor era íntima, cercana, familiar, para así poder influir mejor en su conciencia. Era una escuela eminentemente práctica, en la que cada alumno tenía un cuaderno (y no un libro académico) con el que trabajaba. Los exámenes memorísticos no existían. Las excursiones eran frecuentes, a museos de todo tipo, a fábricas, al campo, etc. Estas excursiones llegaban a durar varios días incluso, y muchos antiguos alumnos las recordaban con gratitud. Una de las más recordadas era una que llevó a los alumnos andando desde Madrid a Lisboa.
En 1881 fue restituido en su cátedra, sin embargo la ILE continuó sus trabajos bajo la dirección de su fundador. El éxito de su empresa vino avalado por las celebridades de todos los hombres que salieron de su Institución: Manuel Azaña, Julián Besteiro, José Ortega y Gasset, Federico García Lorca, Salvador Dalí, Antonio Machado, Juan Ramón Jiménez, Luis Buñuel o Unamuno, por citar a los más famosos.

Su acertado método de enseñanza en la libertad y la razón, fue el motivo por el que este centro de Educación de Adultos de Salamanca adoptó su nombre en los años setenta.


miércoles, 22 de febrero de 2012

LOS MOVIMIENTOS ARTÍSTICOS DEL SIGLO XIX

PINTORES ROMÁNTICOS EN ESPAÑA.


VALERIANO DOMÍNGUEZ BÉCQUER. “Ávila, la fuente de la ermita de Sonsoles” (1867), Nodriza pasiega (1856), Campesinos sorianos bailando,   (1866). Era hermano del poeta romántico Gustavo Adolfo Bécquer. Aplicad las características románticas que les correspondan a los cuadros.


 “Ávila, la fuente de la ermita de Sonsoles” (1867).
Representa las costumbres de la época, sus trajes típicos, también destacan los colores fuertes en el cuadro.
Nodriza pasiega (1856).


Representa el traje típico que solían llevar las nodrizas, mujeres que se encargaban de amamantar a los niños de la alta sociedad durante su infancia.




Campesinos sorianos bailando,   (1866).
 Pintura de costumbres, en especial aquella que recoge el folklore de las provincias del interior, con sus trajes, sus fiestas típicas y su gastronomía. Este cuadro en concreto lo donó el artista al recibir una pensión estatal con la cual mantenerse, puesto que estaba enfermo. 

LEONARDO ALENZA.      “Los románticos, o suicida”.      Aplicad características.

Los románticos, o suicida”.

El protagonista es el típico literato bohemio, con larga cabellera alborotada y ropaje suelto, como un bohemio romántico. Es el centro de la escena, clavándose un puñal en el corazón con actitud trascendental. El ideal romántico seguía la idea de suicidio porque su melancolía, la locura propia del bohemio, no les dejaba vivir. En el montículo están las pertenencias del romántico: una cruz con laurel, un frasco con una pluma y diversos libros apilados son los objetos simbólicos que representan el romanticismo.

FEDERICO MADRAZO, “ La condesa de Vilches” (1853), retratos de  Isabel II, el de 1844, el de 1849 (comparad con fotos reales de la reina), retrato del rey consorte Francisco de Asís 1849.


 La condesa de Vilches (1853).


Retrato Isabel II (1844).
Retrato Isabel II (1849).
Isabel II (foto real).
En mi opinión, los retratos no tienen nada que ver con las fotos de la reina Isabel II.


Retrato del rey consorte Francisco de Asís 1849.
JOSÉ CASTELARO, “Isabel II jura la Constitución en el Senado” (1844). 


 “Isabel II jura la Constitución en el Senado” (1844).  
MARIANO FORTUNY, Fantasía árabe, El vendedor de tapices, El saludo del torero, Suerte de varas,… Aplicad las características románticas que les correspondan a cada cuadro.   


 Fantasía árabe.
Un grupo de cabileños bailando casi extasiados al son de sus propios fusiles disparados al suelo. Resulta sumamente interesante el detalle con que Fortuny describió a todos los personajes presentes en este singular baile: los caudillos árabes que sujetan la cornamenta de una ternera, un judío que sostiene una copa o un europeo a la izquierda del conjunto.  

En este cuadro se puede ver el carácter impulsivo de la época, los bailes y costumbres, el acontecimiento de la época, la atracción por el mundo árabe, los sentimientos fuertes, y la tensión y movimiento de la época. Se crean espectaculares contrastes lumínicos con los que el artista obtiene el ritmo del episodio, resaltando al grupo protagonista de la obra por medio de un potente foco de luz. Más allá de la limitación cromática de la pieza, donde los tonos pardos, blancos y rojos son los más usados, el artista consigue una gran variedad de tonos gracias a la luz, la cual tal vez sea la verdadera protagonista de la escena, y la responsable de que el cuadro sea un éxito.
El vendedor de tapices .
Por sus características, El vendedor de tapices parece más un óleo que una acuarela y da fe del excepcional trabajo de Fortuny con esa técnica. En ella se representa un tema de gran atractivo para los pintores orientalistas, tanto por el exotismo como por su rico e intenso colorido. El pintor parte de la obra Mercader de tapices pero la sitúa en un escenario mucho más rico, complejo y elaborado, gracias al cual puede mostrar todo su virtuosismo. 
En la acuarela aparece un típico bazar árabe, con las celosías abiertas de par en par, en el que se venden todo tipo de artesanías. El vendedor muestra unos bellos tapices y alfombras a un posible comprador que aparece medio escondido por la figura de un músico con un instrumento en la espalda. Entre los otros personajes que aparecen destaca la figura de un soldado beréber con una larga arma que atraviesa su espalda.  
En este cuadro se reflejan las costumbres, el mundo árabe y el progreso humano.

El saludo del torero.
En este cuadro exaltan las costumbres, el acontecimiento histórico de la época, la pasión por los toros, el movimiento.

 Suerte de varas.

Destaca el potente impacto del toro en el caballo del picador, arrastrándole a las tablas mientras los toreros y mozos intentan apartar al animal de su objetivo con sus capotes. El pronunciado escorzo del picador se compagina con la fuerza del toro, estableciendo un admirable juego de tensiones. Las figurillas de los espectadores han sido interpretadas con esbozadas pinceladas, interesándose por la masa más que por los individuos. El efecto de la luz en el coso será también un motivo a tratar resaltando el amarillento color del albero en contraste con los tonos negros del fondo. 

LOS MOVIMIENTOS ARTÍSTICOS DEL SIGLO XIX

EL ROMANTICISMO EN EUROPA.
Es un movimiento que podemos relacionar con las revoluciones liberales y nacionalistas de 1820, 1830 y 1848. Sus características son:


1. Los pintores son impulsivos,  exaltan la libertad y el progreso humano.
 2. Vuelven la vista hacia la Edad Media para buscar los orígenes de sus naciones. El folklore nacional (trajes típicos regionales, costumbres) también es su fuente de inspiración.
3. Les atraen los mundos  exóticos, como el mundo árabe, países europeos lejanos.
4. Pintan acontecimientos históricos o sucedidos en su época (acontecimientos revolucionarios, preferentemente).
5.  Sus pinturas reflejan sentimientos fuertes, amor, pasión, lucha,  desesperación.
6. En sus cuadros hay mucho movimiento, desorden, tensión. 
7. Son pintores fundamentalmente coloristas, colores brillantes, potentes. 
DELACROIX, pintor francés que destaca por su LIBERTAD GUIANDO AL PUEBLO, trata sobre la revolución de 1830 en París, cuando se acabó definitivamente con el absolutismo. Otro cuadro es LA MATANZA DE QUÍOS (1824) acontecimiento relativo a la lucha por la independencia del pueblo griego.  Aplica a estos cuadros algunas de las características anteriormente citadas. Buscar algunos cuadros más en los que se pueda comprobar la característica 3. 
 
Libertad guiando al pueblo.
El lienzo representa una escena del 28 de julio de 1830 en la que el pueblo de París levantó barricadas. El rey Carlos X de Francia había suprimido el parlamento por decreto y tenía la intención de restringir la libertad de prensa. Lales. Delacroix representa a la Libertad como guía que conduce al pueblo. Tampoco está representada de una forma abstracta, sino que es una figura alegórica muy sensual y real. El pueblo es la unión de clases: se representa al burgués con su sombrero de copa y empuñando el fusil, al lado un andrajoso y un herido que pide clemencia a Francia. Al fondo aparecen brumas y humos de la batalla que diluyen un barrio francés bastante realista. A los pies de la Libertad un moribundo la mira fijamente indicándonos que ha valido la pena morir por ella. El tema de la obra es la insurrección burguesa que tuvo lugar los días 27, 28 y 29 de julio de 1830. Es una de las revoluciones burguesas, y más concretamente la que puso fin al terror blanco tras los dieciséis años de la restaurada la monarquía borbónica, encarnada en el ultraconservador de Carlos X, que fue expulsado del trono y sustituido por Luis Felipe de Orleans, el llamado Rey burgués, con lo que se consumó el acceso al poder de la burguesía liberal, aunque no se instauró la república. Delacroix estuvo del lado de los revolucionarios, es más, él mismo se ha representado en el cuadro como el hombre que lleva el sombrero de copa negro y que se encuentra entre los combatientes y en primera fila.

La matanza de Quíos (1824).
 Es un cuadro de Eugène Delacroix, conservado en el Museo del Louvre de París, Francia. Este cuadro representa un episodio de la guerra de independencia de los griegos contra los otomanos ocurrido ese mismo año: la matanza de 20.000 habitantes de las islas griegas, y el sometimiento a la esclavitud de las mujeres y los niños supervivientes. 
Estas pinceladas borrosas fortalecen la impresión de desolación que el cuadro transmite.
El resultado es este cuadro prácticamente monocromo, con unas tonalidades cobrizas que unifican el espacio y proporcionan al cuadro una luz infernal. El cuadro se compone de tres pirámides humanas. De izquierda a derecha, se ven expresiones de miedo y desesperación. Los cuerpos, semidesnudos y tirados, reflejan la derrota de los griegos.
A la izquierda hay una pareja moribunda. Puede verse la sangre que recorre el cuerpo del hombre. En primer plano, a la derecha, se encuentra la figura de una mujer vieja, que mira hacia afuera del lienzo con expresión de horror. Su presencia refuerza el patetismo de la escena.
Detrás de ella, a la derecha, se ve a un oficial turco llevándose a una mujer desnuda, lo que enfatiza la crueldad de la masacre.
Destaca en el lienzo la ausencia de un héroe. La masa de los habitantes son los protagonistas, los que resultan heroicos, sufriendo todos ellos la guerra.

Los dos cuadros anteriores cumplen todas las características, excepto la 3, que la cumple el cuadro que tenemos a conticnuación:

Árabes jugando al ajedrez.
GéRICAULT,   pintor francés, autor de LA BALSA DE LA MEDUSA, (Completad información sobre el tema del cuadro y explicar en qué sentido es romántico, qué características de las seis se le pueden aplicar). Añadir tres cuadros más de este autor.

La Balsa de la Medusa.

 Representa un momento de las consecuencias del naufragio de la fragata de la marina francesa Méduse, que encalló frente a la costa de Mauritania el 5 de julio de 1816. Por lo menos 147 personas quedaron a la deriva en una balsa construida apresuradamente, y todas ellas excepto 15 murieron durante los 13 días que tardaron en ser rescatadas, y las que sobrevivieron soportaron el hambre, la deshidratación, el canibalismo y la locura. El evento llegó a ser un escándalo internacional, en parte porque sus causas fueron atribuidas a la incompetencia del capitán francés actuando bajo la autoridad de la reciente y restaurada Monarquía francesa.
Al seleccionar esa tragedia como el tema de su primer trabajo importante —una descripción (la cual no le fue encargada) de un evento reciente en esa época— Géricault conscientemente seleccionó un incidente muy conocido que pudiera generar un gran interés público y al mismo tiempo que pudiera ayudarlo a comenzar su carrera.
Es romántico ya que es un acontecimiento histórico, reflejan unos sentimientos muy fuertes citados anteriormente en el tema del cuadro y hay mucho desorden y tensión reflejados.
Tres cuadros más de GéRICAULT:
Derbi en Epsom.
Representa la carrera o derbi de Epsom, que está considerado aún hoy en día como una de las más prestigiosas carreras de caballos del mundo. Tiene lugar esta carrera todos los años, en el primer fin de semana de junio en el hipódromo de Epsom Downs, Surrey, Inglaterra. Este derbi está documentado por primera vez en en año 1661. Se originó como una celebración después de la primera carrera de los Epsom Oaks en 1779. Edward Smith-Stanley, 12. Conde de Derby (cuyo caballo Bridget había ganado la carrera) y Sir Charles Bunbury echaron una moneda al aire y acordaron que la carrera llevaría el nombre de quien lo ganara. En una ocasión, Géricault estaba viendo una carrera cuando cayó una fuerte tormenta, y ese ambiente eléctrico y tormentoso es lo que ha querido reflejar aquí.
Esta obra tuvo una notable influencia en los impresionistas. Toda la atención se fija en los caballos, mientras que las franjas superior (el cielo) e inferior (la hierba) son meras manchas de color que pasan rápidamente, intensificando de esta manera la sensación de velocidad.
Llama la atención por su falta de realismo. En efecto, los caballos parecen flotar en el aire. Como si se tratara de una danza estilizada, los caballos son todos representados en el tiempo de suspensión de su galope.
Por el contrario, y eso se ha descubierto posteriormente a la fecha de este cuadro, y gracias a las fotografías, los caballos no tienen jamás al mismo tiempo las cuatro patas tensas. Por este detalle se dice que no es un cuadro realista, a pesar del meticuloso cuidado que prestó Géricault al dibujo.
Utiliza Géricault colores fuertes. El intenso verde de la hierba brilla fantasmagórico, contrastando con la penumbra del cielo cargado de tormenta.
El cleptómano.
Pertenece a la serie de diez retratos de alienados internados en el manicomio parisino de Salpêtrière, que realizó Géricault al final de su carrera. Se trataría de modelos clínicos representativos cada uno de una enfermedad, y lo realizó a instancias del prestigioso psiquiatra Étienne-Jean Georget, uno de los fundadores de la psiquiatría social. Georget consideraba que la demencia era una enfermedad moderna, que dependía en gran parte del progreso social en los países industrializados. Consideraba que los locos eran enfermos mentales que precisaban ayuda. En lugar de llevar a los sujetos a clase para que los estudiantes puedan examinar sus características físicas, el profesor encargó a Géricault que pintase estos modelos representativos de distintos tipos de locura. El Dr. Georget apreciaba mucho la objetividad en esta serie de obras que establecía una unión entre el arte romántico y la ciencia empírica.
Géricault procura obtener en sus retratos un realismo científico. Se trata de un trabajo rápido, que prefigura las preocupaciones de los impresionistas. Se está no obstante lejos del impresionismo. Se trata más bien de realismo científico.
La fábrica de cal.
Se representa una fábrica de cal, en la que Géricault había invertido dinero, y que esbozó en una primera visita, sobre el terreno. Aquí representa a tres caballos vigorosos, aún con los arreos, que están comienzo de los morrales que llevan al cuello. Delante de ellos, ocupando la mitad derecha del primer plano, el terreno embarrado de la fábrica. Detrás puede verse el edificio, en el que están entrando otros dos caballos. De la fábrica sale, por la parte izquierda, un intenso humo blanco, que revela la realización de actividades en su interior. Esas nubes de humo blanco contrastan con el cielo sombrío.
CASPAR DAVID FRIEDRICH, (Alemania) elegid tres o más cuadros de sus misteriosos paisajes.

Acantilados blancos en Rügen.
Esta obra de arte está creada teniendo en cuenta las convenciones tanto románticas como del paisaje. En este sentido, no se diferencia de otras obras de Friedrich; parecía sentirse bastante atraído con la idea de ver y experimentar la naturaleza en lugares aislados y maravillosos: al borde del mar o de lagos, en la cima de las montañas, o en lo alto de una cascada.
El caminante sobre el mar de nubes.
La obra representa a un viajero, al que se ha identificado con el propio Friedrich, que se encuentra de pie en lo alto de una montaña elevada, mirando un mar de nubes que queda debajo. El viajero se encuentra de espaldas. Viste de negro. Adelanta una pierna y se apoya en un bastón. Se pueden ver los picos de otras montañas saliendo entre la niebla, mientras que una cadena de enormes montañas ocupa el fondo. Se trata de un paisaje de la Suiza de Sajonia. Esta pintura también fue utilizada como carátula del libro "El Conde de Montecristo" del escritor francés Alexandre Dumas (padre).
El soñador (Las ruinas de Oybin).
Realizado cinco años antes de su muerte, el cuadro representa a un personaje solitario en medio de las ruinas del Monasterio de Oybin, símbolo de lo perecedero y transitorio. Friedrich logra trasmitir gran misticismo por medio de una luz propia del crepúsculo que inunda todo el lienzo.
La obra parece reflejar el espíritu de soledad y melancolía que debió embargar al autor ante la proximidad de su propia muerte.

Arco iris en un paisaje de montañas.
Este cuadro está inspirado por sus viajes a través de Alemania y por las orillas del mar Báltico en 1809.
En este cuadro se ve, en el primer plano, a un caminante que se ha detenido a descansar. Mira más allá, donde se abre bruscamente un negro abismo de profundidades inconmensurables. Al fondo se vislumbran unas montañas. Por encima del paisaje, un arco iris formado por la luz menguante.
TURNER (Gran Bretaña). 3 cuadros (o más).
La mañana después del Diluvio.

 El salto del Rhin en Schaffhausen.
Pescador saludando a un barco mercante.
DE TODOS LOS CUADROS ROMÁNTICOS, ELEGID UNO O DOS QUE MÁS OS GUSTEN Y COMENTADLOS.
Acantilados blancos en Rügen.
Es una obra de Friedrich, que me gusta porque resalta un ambiente relajante de la naturaleza, donde se encuentra el mar, los árboles, etc.
La matanza de Quíos.
Este es el cuadro que menos me gusta, de Delacroix, ya que refleja la desesperación convertida en combate y con unas consecuencias catastróficas.